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Peligro grave y también inminente o RGI se define como un peligro grave que, en el momento en que se desata, tiene la posibilidad de tener consecuencias importantes, permanentes oa largo período. Va a ser asimismo un RGI que afecte a un elevado número de trabajadores, si bien el efecto individual sobre cada trabajador va a ser menos severo.

¿Se puede despedir o sancionar al trabajador por dejar su trabajo?

La legislación establece de manera expresa que: “Los trabajadores o sus representantes no van a poder padecer perjuicio alguno a consecuencia de la adopción de las medidas a que mencionan los productos precedentes, a menos que hayan actuado de mala fe o hayan cometido desidia grave”. . »

No obstante, en el momento en que el trabajador escoge dejar unilateralmente su puesto sin estar autorizado para esto por la autoridad laboral como se indicó previamente, siempre y en todo momento va a existir un peligro.

¿Es esto un «peligro inminente»?

Como puede verse, el precepto transcrito distingue 2 ocasiones: a mi modo de ver, el primer parágrafo tiene relación a un peligro directo (inmediato) relacionado a un «incidente de trabajo», y el segundo menciona a un «agente con la capacidad de ocasionar daño», coincidente con la iniciativa -por ejemplo hipótesis- de un virus o bacteria con la capacidad de ocasionar patología (daño). En este segundo caso, lo inmediato ha de ser la viable exposición al agente y no el daño (que puede ser diferido en el tiempo).

De esta manera, los criterios para elegir cuándo es «inminente» no son exactamente los mismos para todos y cada uno de los peligros. No es exactamente lo mismo la «inminencia» en la situacion del peligro que piensa, por poner un ejemplo, la caída de un techo bajo pues la viga está mal puesta, que la de un viable contagio de COVID-19. En el primer caso, se puede observar el «elemento» (techo) que probablemente ocasionará el daño con su caída -e inclusive se puede deducir la extensión del daño-; en el segundo caso, lo que se puede sentir es un viable estado de exposición del «agente» (por poner un ejemplo, estar cerca de un enfermo), pero es imposible ver el elemento en sí que va a ocasionar el daño: el (microscópico) virus, una suerte de «enemigo invisible». Visto que el agente no logre visualizarse hace mucho más bien difícil supervisar la situación, y por consiguiente protegerse de ella, con lo que la inminencia se genera antes (esta sepa de control se acentúa, si se tiene presente que la transmisión es viable). del corona virus por inficionados asintomáticos).

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